SATISFACCIÓN SEXUAL EN 15 CLICKS

15 pautas imprescindibles para una vida sexual satisfactoria

Es un hecho comprobado que las personas sexualmente satisfechas, libres de prejuicios y tolerantes con formas diferentes de vivir la sexualidad a la suya, son más felices y por lo tanto también quienes les rodean.

Podemos disfrutar solos/as o en compañía de nuestra sexualidad, el autoplacer es la relación sexual más íntima que podemos experimentar, nos ayuda a aceptarnos y a conocernos mejor.

En compañía, debemos actuar de forma responsable y consensuada, amando y respetando a la pareja aunque esta sea esporádica, evitando la manipulación, la coacción y por supuesto la violencia física para conseguir lo que deseamos.

Para disfrutar de una sexualidad plena lo primero que debemos hacer es aceptar las particularidades de nuestra propia anatomía. Los complejos no nos ayudan a aceptarnos, a valorarnos y por consiguiente a sentirnos deseados/as.
Tenemos que asimilar que la sexualidad NO debe estar ligada a la juventud y a la belleza como se nos intenta vender. El sexo no tiene edad, ni tiene talla, los gustos de las personas son muy variados y nunca debemos renunciar a disfrutar de nuestra sexualidad en base a las creencias limitantes que hemos adquirido.
Hay que tener en cuenta que el porno NO representa en absoluto la realidad y que puede ser fuente de frustraciones. Además el concepto sexualidad es muchísimo más amplio y abarca muchos más ámbitos que el coito en sí.
Debemos comprender que la sexualidad es fuente de placer y bienestar, y aceptar que por alguna razón somos seres sexuados. Disfrutar de esta forma de interactuar y de transmitir emociones y sensaciones es un privilegio para los seres humanos. Recuerda que la ignorancia, las falsas creencias, los mitos y en general la errónea información sexual, son el origen de muchos problemas sexuales.
Es un hecho demostrado que el componente de satisfacción y goce que tiene la sexualidad es muy importante para nuestro equilibrio personal y social, y también para nuestro desarrollo y crecimiento personal.
La condición Sine Qua Non para una sexualidad sana entre varias personas es atender nuestros propios deseos siempre que respeten los derechos del resto de personas.
La vía natural hacia el autoconocimiento de nuestro cuerpo y de nuestras respuestas excitatorias es la autoestimulación, generalmente llamada masturbación. Contrariamente a los falsos mitos difundidos por aquellos/as que a lo largo de la historia han rechazado y condenado esta práctica, hoy en día sabemos que tocarnos, acariciarnos y experimentar las distintas sensaciones que surgen de esta experiencia es saludable. Explorar tu cuerpo y tus genitales, es imprescindible para poder averiguar cuál es tu propio modelo de satisfacción sexual. Los matices de la respuesta sexual varían de una persona a otra y sólo conociéndote bien te encontrarás en mejor disposición de disfrutar del placer sexual en compañía.
Practicar sexo en soledad o en compañía atendiendo a nuestro deseo, desestimando los estándares socialmente establecidos como “normales” también forma parte del cuidado de nuestra salud, es un acto de autoamor, empoderamiento y en general forma parte de nuestro crecimiento personal.
Para disfrutar del buen sexo hay que dedicarle el tiempo necesario, sosegarse y olvidar las exigencias de la vida moderna durante ese periodo de tiempo. Ten en cuenta que el estrés y el exceso de trabajo, provocan una situación de ansiedad que se traducirá en trastornos sexuales, de pareja y familiares.
No te obsesiones ni intentes cuantificar tu capacidad, ya sea en cuanto a duración, excitación e incluso calidad del orgasmo, ya que los procesos implicados en la respuesta sexual se desencadenan de forma automática, son un reflejo. Si en lugar de desconectar y dejarte llevar estás pendiente de tu rendimiento probablemente te bloquearás. Hay que dejar que los acontecimientos fisiológicos implicados en la respuesta sexual se produzcan de manera natural y espontánea.
Es mejor dejar el sexo para un momento más adecuado si: estamos muy cansados, hemos comido o cenado abundantemente, o nos hemos pasado tomando bebidas alcohólicas. En estas condiciones es más que probable que el encuentro sexual resulte poco satisfactorio.
Hay que ser muy exigente consigo mismo y con la pareja en el mantenimiento de una higiene correcta y del uso de las medidas de protección necesarias frente a las enfermedades de transmisión sexual.
Hacer ejercicio físico de forma regular, cuidar la alimentación, limitar el consumo de alcohol o tabaco y evitar las drogas, es fundamental para tener un buen desempeño sexual.
Si padeces una enfermedad crónica, seguir los controles médicos y seguir las recomendaciones que se te indiquen, te pondrá en mejor disposición para poder disfrutar más de tu sexualidad.
Si comienzas a tener dificultades sexuales, autoexaminarte normalmente no soluciona la situación, que con el paso del tiempo podría agravarse. Merece la pena ➡ consultar con un/a profesional de la sexología para que te pueda orientar. El temor y el pudor a hablar de temas relacionados con la sexualidad es contraproducente.