“Cuando privas a tus hijos de la educación sexual
NO les estás protegiendo” Marien Figueredo
Tenemos tan desnaturalizado el sexo que nos horroriza hablar de ello como de cualquier otro tema, no lo solemos hacer con los amigos, menos con la familia y si hablamos de los hijos ya nos saltan todas las alarmas.
Entiendo que debido a nuestra educación y a los prejuicios que hemos ido aprendiendo, sí he escrito bien APRENDIENDO, a lo largo de nuestras vidas, a algunas personas les cueste horrores imaginarse en la situación de estar manteniendo con sus hijos una charla acerca de SEXO.
Presuponemos y establecemos que aún son demasiado jóvenes para enfrentarse a la temida charla ¡¡¡ERROR!!! Probablemente cuando nos dispongamos a hacerlo nuestrxs hijxs ya dispongan de muchísima información y se hayan creado su propia realidad en torno a la sexualidad basándose en los comentarios de sus amigos, lo que escuchan de los mayores, y por supuesto de internet, con todos los riesgo que ello supone.
La principal fuente de “educación sexual” es la pornografía, y a partir de ahí el desastre está servido. Porque el PORNO no educa, es sólo un entretenimiento basado en la ficción y no en la realidad, pero ellxs no lo saben.
De esta manera tenemos a nuestros maravillosos y brillantes jóvenes creyendo que saben cuando en realidad no saben, y eso es un arma de doble filo mayor aún, porque mientras no aparezcan los problemas no van a cuestionar lo que “saben”.
Si esperamos a que sean ellxs los que tomen la iniciativa ¡¡¡ERROR!!! En un hogar en el que la sexualidad sea un tema TABU, no podemos esperar que los hijxs expresen su curiosidad con naturalidad y sin tener sentimientos de culpa o vergüenza porque eso es lo que han percibido. Cuando llegan a intentar buscar ayuda en sus progenitores generalmente ya se encuentran en una situación bastante problemática.
Por otro lado, cuando hablamos de ofrecerles educación sexual a nuestros hijos, nos centramos en ofrecerles información para evitar embarazos y las temidas ITS Infecciones de Transmisión Sexual, y nos olvidamos por completo de todo lo demás, dejándoles nuevamente desamparados en el terreno afectivo –sexual, que quizá sea donde más apoyo necesiten para desarrollarse plenamente y llegar a ser adultos con una vida sexual y afectiva de calidad.
Tampoco podemos olvidar que los niños pequeños también necesitan recibir una educación sexual adaptada a su nivel cognitivo, para que puedan detectar posibles abusos, porque recordemos que no podemos estar las 24 horas velando por ellos, porque los dejamos en manos de otras personas. Precisamente porque son los más vulnerables deben saber reconocer todas las partes de su cuerpo y cuando un adulto está realizando acciones que no debería.
Si eres padre, madre, o tutor legal, recuerda, es tu obligación facilitarle una educación sexual adecuada y adaptada, si no te ves capaz de hacerlo tu mismx puedes recurrir a cualquier profesional para resolver tus dudas.
Por favor, recuerda, tus prejuicios son tuyos, no te benefician, no son valores aunque te empeñes en creer lo contrario y no beneficiarán a tus hijxs. Quizá sea un buen momento para re-aprender junto a ellos.
Y para terminar, recuerda que no debemos ver con ojos de adultos lo que hacen los niños, somos nosotros los que distorsionamos el significado. Es normal que exploren y experimenten para saciar su curiosidad y no tiene mayor trascendencia. Toda forma educación que intente adoctrinar a través del sentimiento de culpa o vergüenza en edades tempranas, marcará patrones de conducta que en el futuro probablemente les provocarán ansiedad y frustración, y otra serie de emociones negativas que no sólo les afectarán en el terreno sexual sino que se podrían propagar a otras facetas de su vida.