Sexología

MIEDOS EN EL SEXO

Miedos en el sexo y otras fobias sexuales

ESPECIAL HALLOWEEN SOBRE SEXO

Si prefieres ver el vídeo sobre el tema en lugar de leer, baja hasta el final del artículo y pulsa el enlace.

Todas las personas tenemos o hemos tenido algún temor a la hora de practicar sexo, a menos que seamos unos inconscientes claro. La gran mayoría de nuestros miedos se solucionan utilizando medios de protección como el condón, con una buena comunicación,  y por supuesto, con información sexual de calidad.

Esta semana hemos lanzado una encuesta para descubrir cuales son vuestros temores sexuales y esto es lo que habéis respondido…

  1. Embarazo no deseado.
  2. Que se rompa el condón.
  3. La primera vez, sobre todo en sexo anal.
  4. Contraer una infección teniendo sexo.
  5. Tener un Gatillazo, sobre todo en la primera cita.
  6. A que me vea desnuda y se fije en mis defectos.
  7. Que juzguen o se burlen de mi forma de expresar mi sexualidad.
  8. No ser bueno/a en la cama: rendimiento, técnicas…
  9. La incertidumbre de no saber si lo que le hago le gusta porque no me dice nada y pone cara rara.
  10. No llegar al orgasmoy obsesionarme con ello.
  11. Miedo a que me digan NO y me rechacen.
  12. Que descubran una infidelidad o una mentira.
  13. A enamorarme y descubrir que luego en la cama no somos compatibles.
  14. Celos por miedo a que mi pareja me pueda ser infiel.
  15. A llevarme un susto con una cita de Tinder.
  16. No ser capaz de poner límites si no me está gustando, en sexo casual.
  17. Fingir un orgasmo en la primera cita, que se dé cuenta y no quiera quedar más.
  18. El famoso y terrible “Tenemos que hablar” y el gran pánico a que mi pareja me abandone.

Accidentes terroríficos que puedes sufrir mientras practicas sexo

El sexo seguro no es sólo hacer el amor con un preservativo. Tenemos que tener presentes los peligros que nos acechan detrás de cada coito si queremos disfrutar al máximo sin hacernos daño.

Por un lado, están los daños materiales, como el ocasional objeto roto. Las copas de vino, los marcos de foto y los somieres de la cama se encuentran entre las víctimas más habituales de la pasión sexual.

Pero nuestro cuerpo también sufre con el exceso de fogosidad.

Entre las lesiones más habituales se encuentran las contusiones, torceduras de articulaciones, las contracturas de espalda, las distensiones de muñeca, tortícolis, y si somos un poco más brutos, los desgarros musculares.

Aunque entre todos estos accidentes, los que más miedo dan son:

Fractura de pene

Y es que el pene, aunque no tenga hueso, se puede romper.

La rotura se produce cuando el miembro se encuentra en erección, un estado particularmente peligroso al estar lleno de sangre y recibir un impacto o una torsión.

Esto no es tan complicado como puede parecer. Por ejemplo, cuando se realiza una práctica sexual muy violenta ya sea a solas o en compañía, o el hombre se cae de la cama, algo que al parecer es muy frecuente.

Aunque por lo general, una de las posiciones preferidas por las mujeres, la de la vaquera invertida (en la que ella monta al hombre mientras le da la espalda) la que da pie a este tipo de accidente.

¿Cómo reconocer una fractura de pene? Porque produce un peculiar sonido como de descorchado de botella. No te preocupes, si te ocurre, lo sabrás: es muy doloroso, como afirman todos aquellos a quienes les ha sucedido.

Una rotura de este tipo significa que el revestimiento del cuerpo cavernoso se quebranta, por lo que la erección desaparece rápidamente al mismo tiempo que el miembro comienza a adquirir una peculiar tonalidad. En la mayor parte de casos, tiene una cura sencilla: unas cuantas semanas de entablillamiento, reposo (en todos los sentidos) y listo. Aunque claro, dependiendo de la gravedad, puede solucionarse con un poco de hielo en la zona o con una compleja cirugía.

No poder sacar un juguete sexual del ano o vagina

Este miedo es muy frecuente, sobre todo en mujeres, ya que existe aún la creencia de que nuestra vagina es algo así como una aspiradora que succiona todo y luego se pierde dentro de nuestro cuerpo.

Esto es un mito totalmente, ya que la vagina tiene una longitud limitada y al fondo de encuentra el cérvix haciendo de tope por lo que, si algo se queda dentro, basta con introducir los dedos y sacarlo.

En cambio, el ano es distinto, por lo que hay que tener mucho cuidado con lo que introducimos. Ni se te ocurra meter un juguete que no esté diseñado para el placer anal si no quieres terminar en el servicio de urgencias.

A que se quede el condón dentro después del coito.

Este accidente es bastante frecuente y peligroso tanto de cara a un posible embarazo como por la posible infección de transmisión genital que podemos contraer o transmitir.

Por eso escoger una talla adecuada de preservativo para que ajuste bien es muy importante. También sacar el pene de la vagina antes de que afloje la erección.

 

Fantasías sexuales más terroríficas

Dentro de las fantasías más fetish, los fantasmas, la sangre o los vampiros suelen ser motivo de excitación sexual para algunos morbosos.

Estas son las fantasías sexuales relacionadas con el submundo del terror:

Espectrofilia

Se refiere a aquellas personas que se excitan con fantasías relacionadas con el más allá. Algunas personas llegan incluso a tener es la convicción de haber tenido sexo con un fantasma o ente paranormal, como ocurría por ejemplo en la película Ghost.

Tambien incluye el sexo con seres demoníacos como los íncubos y los súcubos. Los íncubos son demonios con forma masculina poco atractivos y peludos que abusan de las mujeres mientras duermen. A veces, como pájaros de fuego.

En todos los casos, el íncubo siempre está dotado de un miembro descomunal, ya que es muy grande en proporción con el tamaño de su cuerpo.

Los súcubos son demonios femeninos sexys y atractivos, y atacan a los hombres por las noches para robarles su semen.

Exofilia

En este caso, el motivo de las fantasías son los seres de otros planetas o extraterrestres. La persona que experimenta la exofilia generalmente, cree haber tenido relaciones sexuales (o las desea).

Vorarefilia

La excitación la produce la idea de ser literalmente comido por otros, como si fuese aperitivo de un zombie hambriento, por ejemplo. No es canivalismo porque lo que excita no es servir de alimento o disfrutar de él).

Más allá de las fantasías, están las parafilias, son prácticas sexuales “poco habituales” y dentro de ellas el VAMPIRISMO es quizá la práctica sexual terrorífica más conocida.

 Vampirismo, hematolagnia o hematofilia

Es la excitación producida, directa o indirectamente, por la sangre: verla, tocarla, provocar su aparición (hacer heridas con objetos o a mordiscos), e incluso ingerirla.

Está considerada una práctica de alto riesgo, sin embargo, en el apartado fantasía cuenta con más adeptos de los que creemos, entre otras cosas gracias al romanticismo que se le ha ido asociando con el tiempo a la figura del vampiro.

Esta práctica tan cinematográfica se engloba dentro del sadomasoquismo y también requiere echarle imaginación, vestuario acorde y material esterilizado y seguro para poder extraer la sangre.

Una de las personas hace el papel de dominante vampírico y extrae la sangre a la otra persona con el fin de terminar ingiriéndola. A estos juegos sexuales con sangre se les conoce como “bloodsports” o “bloodplay”. Y evidentemente, no son aptos para todas las sensibilidades.

Necrofilia

La necrofilia es una de las parafilias más estudiadas y también, uno de los trastornos sexuales que mayor rechazo causa en la sociedad, pues pocos individuos pueden entender que haya sujetos que se exciten sexualmente ante la presencia de cadáveres.

La necrofilia no solo trae consigo consecuencias sociales o personales, sino también legales, pues la profanación de tumbas y la retención de un cuerpo sin vida está penalizada en la mayoría de países. Por tanto, muchos necrófilos acaban detenidos y teniendo severos problemas con la justicia.

Si quieres saber más no te pierdas el siguiente vídeo:

 

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